PARA QUÉ UNA EMPRESA DEBE ESTAR EN FACEBOOK.

Cuando se piensa en la importancia que tiene para una empresa las redes sociales informáticas, se parte de una idea fundamental: estas tecnologías son el complemento ideal para llegar a aquellos públicos, que no se involucran con los medios informativos tradicionales (radio, prensa y televisión), y que cuando lo hacen es por medio de celulares, tablets y computadores, alejados a la realidad del pasado.  Esto toma sentido cuando autores como Herrera y Celaya (2008) recuerdan que los medios tradicionales cada día pierden audiencia, debido a factores externos, entre ellos la aparición de los medios gratuitos y la consolidación de los medios digitales, así como factores clave como la pérdida de credibilidad y los cambios en los hábitos de obtención de información y de lectura de las nuevas generaciones.

Es por eso que las empresas de ahora se ven en la necesidad de crear contenidos rápidos y accesibles a una gran cantidad de personas en muy poco tiempo, especialmente con el uso de las llamadas redes sociales informáticas, entre ellas Facebook, una de las más usadas por las compañías.

Para ingresar a una empresa al mundo de Facebook, especialmente con la creación del llamado Fan Page, se requiere preparación, y sobre todo estar dispuesta a las implicaciones que este hecho exige.  Hacerlo por cumplir con una moda es un error, especialmente cuando se trata de entidades cerradas, que no les interesa dar a conocer sus informaciones, y que no manejan un tono adecuado con sus clientes.  Esto conlleva penosas consecuencias, especialmente referidas a crisis de imagen y reputación en redes sociales, las cuales mal manejadas generan consecuencias como la disminución en las ventas y en la credibilidad de la compañía en el mercado.  Ingresar a los medios sociales informáticos es entrar en la llamada Web 2.0, exigente en los comportamientos de los Prosumidores ((Villota Hurtado (2008), Carreras (2009) e Islas (2009)), ávidos de información y conocedores de los temas que se publican.  Es un tema que implica un comportamiento sincero y coherente

Pero cuando la decisión de participar en los medios sociales está tomada, especialmente si se piensa en Facebook, estas son los aspectos que se deben tener en cuenta.

1-    Existe la posibilidad latente de generar un diálogo fluido entre empresa y stakeholders (públicos objetivos), al presentarse la rápida respuesta de quien recibe la información.  Esto genera un riesgo si no hay preparación, pero puede potencializar la incursión a nuevos mercados si este hecho es bien aprovechado.

2-    Con la utilización de las posibilidades que incluye el Facebook, como son hacer click en me gusta y en compartir, se potencializa la llamada comunicación viral.  Por eso hay que ser estratégico en el planteamiento de un plan de comunicación para medios sociales, el cual se debe alinear con el plan general de comunicaciones de la compañía de donde parten las informaciones.

3-    El Fan Page de la empresa en Facebook debe ser interesante y bien diseñado.  Con publicaciones atractivas e imágenes que impacten visualmente a quien las ve. No se trata de publicar por publicar.  Es hacerlo con creatividad e inteligencia.

 

En otras palabras, la participación en medios sociales como el Facebook debe partir de la convicción misma de la empresa, y de una estrategia clara de comunicación de la misma.  De lo contrario es una pérdida de tiempo y dinero, con riesgos de pérdida de imagen y reputación, sino se desarrolla de manera adecuada.

 

Bibliografía

 

Carreras, R. (2009) Real Time: Un nuevo modelo de marketing, publicidad y comunicación. Recuperado el 15 de septiembre de 2011 en: http://www.slideshare.net/robertocarreras/un-nuevo-modelo-de-marketing-publicidad-y-comunicacin-el-tiempo-real/download

 

Herrera, P. y Celaya, J. (2008). Comunicación empresarial 2.0: la transformación del modelo de comunicación. Recuperado el 5 de octubre de 2012 en: http://pdfs.wke.es/1/7/1/1/pd0000021711.pdf

 

Islas, O. (2008). El prosumidor. El actor comunicativo de la sociedad de la ubicuidad. Recuperado el 3 de diciembre de 2010 en: http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=fua&AN=35050824&lang=es&site=ehost-live

Villota Hurtado, O. (2008).  Conformación de redes Digito-Sociales. Usos de la Web 2.0.  Revista Razón y Palabra. Méjico. Recuperado el 1 de agosto de 2012 en: http://www.razonypalabra.org.mx/n63/varia/ovillota.html

UNA MIRADA A LA HISTORIA DE LOS ESTUDIOS EN COMUNICACIONES

     La comunicación es un fenómeno estudiado desde muchos autores. Los primeros, enfocados a la comunicación de masas, pertenecen a la Escuela de Chicago, entre 1920 y 1940. Su centro de investigación se basó en el análisis de los efectos que los medios de comunicación tienen frente a sus públicos, especialmente el cine y la prensa.
A partir de estos inicios de la comunicación, realizados desde la Facultad de Sociología de esa universidad norteamericana, en el mundo se intenta descubrir la trascendencia de la comunicación, no sólo para las personas, sino también para el Estado y las empresas.
En el caso de América latina, los estudios de Comunicación tienen cuatro momentos.
     El primero se da a partir de los años 50, es decir, con 20 años de retraso frente a la tendencia norteamericana. Su labor se marcaba por tendencias funcionalistas y de orientación al estudio de los efectos, que venían de las psicologías experimentales norteamericanas. En este período también se desarrollaron estudios cuantitativos de audiencias y de opinión pública, realizados sobre todo en forma de investigaciones de ventas, a partir de los intereses comerciales de los patrocinadores.  Aquí el aporte fundamental lo entrega la semiótica.
     Un segundo momento, que abarca desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta, se caracteriza por el dominio de las mencionadas corrientes críticas. En este período se comienza a rechazar el arsenal científico funcionalista predominante y se adoptan nuevos modelos foráneos, principalmente el estructuralismo francés.  Su enfoque filosófico se apoyaba en analizar el carácter estructural de los procesos, la trama mercantil de los medios y la dimensión ideológica de los mensajes (Martín Barbero, 1978). Investigaciones que coinciden con otros autores, específicamente provenientes de la escuela de Frankfurt, entre ellos Walter Benjamín, quienes criticaban, entre otras cosas la expansión de las transnacionales y al imperialismo cultural, con la llamada perdida del “aura” de las obras de arte. (Benjamín, 1981)
     El español Martín Barbero se refiere a un momento ideologista que «se produce a finales de los sesenta, cuando el modelo de Harold Lasswell, conocido como la Aguja Hipodérmica, tiene su apogeo.  En esta etapa la idea era inyectar mensajes políticos e ideológicos por parte del Estado en sus diferentes públicos.
     Luego del anterior período el mismo Barbero (1987) nos habla de una etapa cientifista, con la cual se busca llevar a la comunicación al estatus de ciencia, con base en el positivismo, y en la creación de metodologías de medición para los problemas comunicacionales que se presentaban en esa época.
     Un tercer momento de este desarrollo lo reconocen Catalán y Sunkel (1991).  En ese período aparecen las llamadas Políticas Nacionales de Comunicación (PNC), con las cuales se legitima la lucha de los sectores críticos por la defensa contra las transnacionales y el derecho de todos los sectores de la población a participar en los procesos de comunicación, y en el desarrollo de una línea de investigación sobre los usos sociales de los medios, que retomaba los enfoques de usos y gratificaciones.  Pero esta no tuvo grandes dimensiones ni aportes.
     El cuarto momento, se da en los años 80, y se conoce como «crisis de los paradigma”, con el cual se pretende romper con esquemas rígidos, con las concepciones absolutas y las lecturas rectas. Sobre el tema, Mattelart (1987) explica que «Se pasa de lo mecánico a lo fluido. Entre una y otra forma de pensar, las categorías se enfrentan en un riguroso cara a cara: por fuerza, responde el flujo; ante la rigidez, la flexibilidad; ante la estabilización, la renovación permanente; ante la causalidad lineal, la causalidad circular; ante el cierre, la apertura; ante la suma y la yuxtaposición, la transversalidad».
     En la actualidad aparecen nuevos retos para el estudio, y en especial para la investigación en Colombia.  La incursión de las Tecnologías de Información y Comunicación, la proliferación de las redes sociales y los microbbloggins, y la evolución de la Web 2.0, permiten que el ser humano absorba más información, pero que también esté más incomunicado.  En ese sentido, cabe destacar la aparición de Maestrías en Comunicaciones, como en la Universidad de Antioquia, y el doctorado la Universidad del Norte, en Barranquilla, las cuales deben ser el motor para dar un nuevo rumbo a la comunicación social en nuestro país.

 

Bibliografía

Benjamín, W (1981). El Arte en la Época de su Reproducción Mecánica.  En Sociedad y Comunicación de Masas.  México. Fondo de Cultura Económica

Buxton, W. J. (2008) From Park to Cressey: Chicago sociology’s engagement with media and mass culture. En: The History of Media and Communication Research. Park, D. W & Pooley, J. (Editores). Portland – Estados Unidos. Book News Incorporate
Catalán, C & Sunkel, G. (1991)  La tematización de las comunicaciones en América Latina. En: ‘Comunicación’ No. 76: Caracas – Venezuela. , pp. 4-26
Martín Barbero, J. (1978). Comunicación Masiva, Discurso y Poder. Quito – Ecuador. Editorial Época.
Martín-Barbero, Jesús (1987). De los medios a las mediaciones: comunicación, cultura y hegemonía. Barcelona – España.  Editorial Gustavo Gili.
Mattelart, A. & Mattelart, Michelle (1987). Pensar Sobre los Medios. Madrid – España.  Fundesco