¿POR QUÉ ESTUDIAR LOS MEDIOS?

Hace 2 años, en el marco del seminario Teorías de la Comunicación II: “estudios críticos de la comunicación”, dictado por el doctor, Fabio López de la Roche, como parte de la Maestría en Comunicaciones de la Universidad de Antioquia, realicé un análisis acerca del estudio de los medios de comunicación y sus contenidos.  En esta ocasión les quiero compartir dicho escrito, con el cual pretendo entregar algunas ideas acerca de la importancia de estudiar a los medios, y los contenidos que emiten a sus públicos de interés.

¿POR QUÉ ESTUDIAR LOS MEDIOS?

Antes de iniciar la lectura de este texto, es más, antes de iniciar este seminario, sólo había pensado en la manera en que los medios de comunicación son estudiados en Colombia, es decir, desde las encuestas que se realizan por parte de algunas empresas, como Invamer Gallup, o Napoleón Franco, las cuales se encargan de decir a cada medio de comunicación cuál es su supuesta audiencia.

 Pero ya entrar a otros espacios, en los cuales, se pueda definir la manera en que los medios acentúan sus mensajes para crear contenidos, y hasta marcar nuevas tendencias trasciende a lo que en nuestra realidad conocemos.

 Desde esa perspectiva, es muy valioso descubrir cómo Silverstone (2004) explica cuáles son los principales aspectos desde dónde se debe hacer un estudio desde los medios, especialmente si se recuerdan los primeros análisis realizados desde la escuela americana.

 En ese sentido, lo más importante del texto tiene que ver con la aplicación de aspectos referentes a la vida diaria, y en especial con el manejo de los discursos, y sus diferentes tópicos, tratados por los seres humanos, en especial cuando se refiere al uso de la retórica y la poética, no sólo para contar y narrar historias, sino para convencer, crear nuevos contenidos, y llevar a nuevas evoluciones las sociedades.

 Pero no es sólo eso. Es reafirmar que los medios de comunicación tienen un impacto muy importante sobre las personas, que participan en la toma de decisiones acerca de un determinado comportamiento, que va desde lo más simple, es decir, ver un programa de televisión, hasta lo más complejo, como comprar un producto para el hogar, o hacer una modificación en el estilo de vida.

 Roger Silverstone plantea algunos aspectos que toman especial relevancia. Pensar, por ejemplo, la manera como desde los medios se crean y rompen paradigmas de comportamiento, que a su vez desarrollan otros nuevos, que se replican y generan nuevas conductas en los espectadores, gracias a estereotipos representados en la pantalla.

  A partir de esta óptica, podemos ver como las jóvenes en los 80 pintaban sus cabellos de diferentes colores, tal como lo hacía la estrella pop del Momento, Cindy Lauper; o la forma en que muchos hombres se dejaban el cabello largo, y hasta se lo pintaban, para emular a ídolos como Carlos Valderrama o René Higuita, esto, y de acuerdo con el autor, gracias a la construcción de nuevas identidades, concebidas para diferentes audiencias en disímiles ámbitos.

 Y poniéndonos de acuerdo con Roger Silverstone, se llega a un punto clave: el consumo, el cual, según el autor, implica una exteriorización, en el cual se involucra el juego de la fantasía y la ostentación de la identidad, la misma que cada día se trastoca al ver como se pierden parámetros culturales autóctonos, para ser reemplazados por otros foráneos, tal como pasó en los países latinoamericanos, donde la gente dejó de consumir sus propios productos, para hacerlo con los provenientes de Estados Unidos o Europa.

 Apoyado en el creador de la teoría de la Agenda Setting, McCombs (2002), y en el autor del texto estudiado, Roger Silverstone, hay que pensar en la gran importancia que tienen para las sociedades actuales los medios de comunicación. Estos tienen el poder para fijar una agenda, y destruirla; para influir en el sistema político y cambiarlo; de facilitar, de informar; de engañar; de modificar el equilibrio de poder: entre el estado y el ciudadano; entre país y país; entre productor y consumidor. Es decir, la generación de una opinión pública, que cada vez está más permeada por las informaciones a las que a diario accede, y que por espejo, quiere participar de ese poder mediático.

 Por su parte, las nuevas tecnologías abren al público nuevas oportunidades de generar espacios de comunicación. Pero esta mediatización, y la forma en que vivimos en la Aldea Global de Macluhan nos lleva a pensar en el atrofiamiento de los valores culturales de cada región, gracias a una sobreoferta de medios. Estos nos plantean la creación de nuevos textos, contenidos, y formas de vida, carentes de profundidad y sentido.

 Finalmente, hay una preocupación que pasa por el mismo trabajo de grado que en la actualidad desarrollo para la maestría. Los medios en la actualidad nos conducen a pensar en que los seres humanos estamos cada vez más comunicados, pero paradójicamente cada día estamos más solos. Desde nuestros televisores asistimos en tiempo real a dramas como el ataque a las torres gemelas en Nueva York, en 2001, y 10 años después a la ejecución de su autor intelectual. Sin embargo, ese cúmulo de informaciones no nos facilitan la vida en comunidad, y preferimos tener miles de amigos en las redes sociales virtuales, que crear amistades reales sólidas.  Asistimos, por así decirlo, a la degradación del hombre en su nivel más bajo, gracias a la exposición irracional de contenidos que en lugar de hacerlo crecer lo ultrajan. Más allá de cualquier moral los medios que podrían ser usados para el cambio, o para el ideal de educar, informar y entretener, cada día pierden ese norte, para darle paso a lo que los primeros teóricos de la comunicación criticaban: la pérdida de la posibilidad de aportar en la construcción de conocimiento para sus audiencias, al hacer de los medios centros de comercio y manipulación.

 Bibliografía

 McCombs, M (2002). The Agenda-Setting Role of the Mass Media in the Shaping of Public Opinion. Recuperado el 17 de Julio de 2014 en: http://www.infoamerica.org/documentos_pdf/mccombs01.pdf   

Roger Silverstone, ¿Por qué estudiar los medios?, Amorrortu editores, Buenos Aires, 2004